viernes, 11 de agosto de 2017

Función Mediadora del Docente y la Intervención Educativa.


 


UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
VICE-RECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN SUPERIOR
MENCIÓN DOCENCIA UNIVERSITARIA







Función Mediadora del Docente y la Intervención Educativa. 








Maestrantes: 
Grisel Teresa Murcia Cravo 
Uviedo Torres Yusbely Margarita

Docente: María Elva Ramírez Salcedo




Barinas, Agosto 2017



Introducción
La docencia de hoy en día está enfrentada a una gran complejidad de desafíos, dados por una serie de cosas, que de la sociedad están existiendo; como los cambios continuos, la falta de valores y desigualdad, que interpelan un cambio en el modelo educativo. También un cambio en el rol del docente, para que no solo sea informante o que tenga dominio de una materia sino que sea ese profesional capaz de ayudar a otros a aprender, pensar, sentir, actuar, y ampliarse como persona idónea y competente dentro de la sociedad que tanto lo demanda. El rol del docente y la naturaleza interpersonal del aprendizaje en correlación a este punto se requiere que el docente desarrolle en los estudiantes la capacidad de aprender a aprender, que sería lo ideal en el plano educativo, y que sean las mismas personas que gestionen su aprendizaje.
Es fundamental que haya un cambio en rol del docente y del educando; para que el alumno tenga un aprendizaje autónomo y auto motivador, siendo capaz de resolver problemáticas, tomar decisiones, construir a partir de conocimientos previos, realizando análisis críticos y aumentando sus conocimientos con las ayuda de otros. El profesor debe tener nuevas técnicas de enseñanza y estrategias pedagógicas que le permita lograr cualquier dificulta que se le pueda presentar en relación a la enseñanza de su educado; ya que este es un elemento clave en la transformación del paradigma educativo. El buen profesor apoyará al alumno en su camino de construir su conocimiento, lo ayudará a crecer como persona y también a ser crítico dentro de su entorno.
Al analizar los conceptos presentados podemos decir que una adecuada intervención educativa es un esquema definido o un grupo de pasos indispensable que nos permite  ayudar a un educando a mejorar cualquier adversidad que este pueda presentar en el proceso de su enseñanza.

v     Función medidora del docente.

Principal función que debe tener un Docente:
En términos de docencia universitaria, probablemente el concepto más apropiado es por Ellis (1993), según el cual, la función docente se refiere a las normas que deben ejecutarse para lograr el propósito específico de la satisfacción del estudiante. Es por ello que se reconoce que a partir de la opinión de estos se obtendrá un nivel importante de retroalimentación sobre la función docente, a partir del análisis y aprobación de las herramientas y elementos empleados para la enseñanza y la evaluación del proceso.
Por otro lado, la docencia va más allá de la simple transmisión de conocimientos, por lo tanto, es una actividad compleja que requiere para su ejercicio, de la comprensión del fenómeno educativo. De tal manera cualquier persona que conoce un tema, que lo domina, puede enseñarlo, pero esto no significa que pueda ser un profesional de la docencia. El docente debe ser un individuo preparado y apropiado para que guie o dirija a otra persona, no solo desde el punto de vista científico, sino desde el punto de vista humanista; ya que él debe de ayudar a los estudiantes a crecer como personas, capacitándolo para su desarrollo  profesional  y así este se desempeñe perfectamente sin dificultad alguna.
Es necesario analizar la función del docente partiendo de un supuesto debido a que sin una educación no hay una supervivencia, por lo que el docente es el agente principal del proceso educativo, su figura es insustituible, además la sociedad necesita de la educación para insertarse en la estructura social y en la estructura laboral, un buen docente es aquel que intenta transformar el mundo, cambiar la manera de pensar de sus estudiantes, es aquel que logra impactar al alumno con su ejemplo y alto nivel de persona, no solo por ser profesional, y tener conocimiento, sino también porque sabe enseñar, porque busca la forma que sus alumnos también sean parte de sus conocimientos. El buen docente es aquel que, no solo se para en un aula y da una excelente explicación de su tema, sino que también se toma un tiempo de sus horas para ayudarlos a crecer, a preparar, para enseñarlos a ser mejores ciudadanos; sembrando en ellos valores que los harán más humanos y mejores seres dentro de la sociedad. Es aquel que se preocupa por sus alumnos, y tiene dedicación y esmero, así como paciencia para explicar más de una vez a aquel alumno que no logra captar la información de igual manera que los demás.


El diálogo entre el docente y el alumno es la función primordial para que posea un aprendizaje práctico y a su vez reflexivo. Donde el alumno analiza acerca de lo aprendido por el profesor (sea practico, teórico o vivencial), recapacita acerca de su práctica y como producto final podría hasta tomar el modelo dado por el maestro o hasta imitarlo. El docente tiene que ver con la capacidad para movilizar varios recursos cognitivos, para hacer frente a un tipo de situaciones. Incluyendo como recursos las técnicas, conocimientos, habilidades y aptitudes, que siendo usadas en conjunto, pueden resolver una problemática determinada.

Los docentes deben tener una acción más práctica y no sola teórica y que esté de acuerdo con la situación imperante donde labora. El docente debe ser capaz de crear sus propias metodologías y no las ya programadas por otros, sino que él mismo analice y evalúe su entorno, sus estudiantes, la problemática, y adecue su modelo educativo.
Las personas que ejercen la función docente se denominan genéricamente educadores, y son docentes y directivos docentes.( Art. 4 Decreto 1278 de 2002).
La función docente es aquella de representación profesional que involucra la realización directa de los métodos o técnicas constantes de enseñanza - aprendizaje, lo cual envuelve el análisis, la planificación, la ejecución y la evaluación de los mismos métodos. La función docente, además de la asignación académica, comprende también las actividades curriculares no lectivas, el servicio de orientación estudiantil, la atención a la comunidad, en especial de los padres de familia de los educandos; las actividades de actualización y perfeccionamiento pedagógico; las actividades de planeación y evaluación institucional; otras actividades formativas, culturales y deportivas, contempladas en el proyecto educativo institucional; y las actividades de dirección, planeación, coordinación, evaluación, administración y programación relacionadas directamente con el proceso educativo.
v     ¿Qué es una intervención educativa?
Una intervención educativa es un programa específico o un grupo de pasos para ayudar a un niño a mejorar en un área determinada que lo necesite. Esto ocurre dependiendo a la necesidad Los niños pueden tener muchos tipos diferentes de necesidades.

v     Intervención educativa.

La acción (cambio de estado que un sujeto hace que acaezca) del educador debe dar lugar a una acción del educando (que no tiene que ser intencionalmente educativa) y no sólo a un acontecimiento (cambios de estado que acaecen a un sujeto en una ocasión), tal como corresponde al análisis de procesos formales, no formales e informales de intervención (Touriñán, 1996).

No hay una vía única para suscitar el aprendizaje, todo dependerá de lo que sea conveniente para cada grupo. Mientras haya más dificultad para que un alumno logre el objetivo, mayor deberá ser la intervención del docente. Pero a su vez, debe existir una transferencia de la responsabilidad del aprendizaje, que en un principio es iniciada por el docente pero que sucesivamente será pasada al estudiante (hasta que haya un dominio pleno). Es por esto que la interacción educativa no solo se propicia del profesor al alumno, sino que el docente y los alumnos gestionan el aprendizaje de una maneja en conjunto.
Por esta razón el conocimiento didáctico del profesor se basa en ese dinamismo de saber orientar sus conocimientos teóricos y prácticos en función de los contextos, las características de los alumnos, y al déficit de conocimientos que plantea toda una escuela o grupo de alumnos de una institución específica. Esta influencia del profesor en el aprendizaje también dependerá de la etapa de formación en la que se encuentre el docente, si son principiantes suelen tener dificultad para transmitir el conocimiento adquirido durante su formación, imitación de la conducta de otros profesores, lo que podría afectar el aprendizaje y percepción de los estudiantes acerca del docente. Entonces las expectativas que tenga el profesor acerca del rendimiento de los alumnos pueden afectar de manera significativa, tanto positiva como negativamente el rendimiento académico de éstos. Más bien que el docente pueda investigar y presentar diferentes estrategias para mejorar esta problemática y que se desarrolle dentro de la formación del docente. La definición exacta de un buen profesor es prácticamente imposible pero en esta propuesta se enfatiza, al docente como un profesional reflexivo y su labor como un ser intelectual. Los docentes deben tener una acción más práctica y no sola teórica y que esté de acuerdo con la situación imperante donde labora. El docente debe ser capaz de crear sus propias metodologías y no las ya programadas por otros, sino que él mismo analice y evalúe su entorno, sus estudiantes, la problemática, y adecue su modelo educativo. De esta forma el docente de convierte en un profesional analítico reflexivo que rescata su autonomía y su ideales.
v     Principios de Intervención Educativa
Todo proceso de intervención educativa tiene en su fundamentación unos principios que sirven de soporte para establecer el modelo de acción educativa. En líneas generales se señalan los siguientes:

· El tratamiento de la diversidad: Aprendizaje individualizado y personalizado.

· El aprendizaje cooperativo y participativo.

· Aprendizaje constructivo, significativo y funcional.

· Aprendizaje globalizado-interdisciplinar.

· El clima educativo: Elemento facilitador del crecimiento personal.

· El desarrollo del autoconcepto y de la autoestima.

El tratamiento de la diversidad

Es un aprendizaje individualizado y personalizado El Programa de Iniciación Profesional trata de responder a una diversidad de alumnado en el que existen claras diferencias en cuanto a su origen social, cultural, económico, étnico, lingüístico, de sexo, de religión y en cuanto a condicionantes físicos, psicológico, etc.

El tratamiento de la diversidad es posible si se parte de una evaluación inicial que ayude a definir qué necesita cada joven para alcanzar los objetivos planteados, cuáles son sus intereses, sus expectativas, sus valores, sus necesidades de manera que se puedan diseñar las respuestas más adecuadas, motivadoras y enriquecedoras posibles. Para ello sería necesario ofertar estrategias metodológicas variadas que permitan el aprendizaje en grupos y el aprendizaje individual, actividades ricas y complejas con distintos niveles de realización, utilización de recursos técnicos y materiales variados.

El aprendizaje cooperativo y participativo.
Esta dinámica participativa conlleva el desarrollo de iniciativas de aprendizaje cooperativo. La ayuda mutua entre los y las jóvenes, el aprendizaje entre iguales, la cooperación para apoyar a aquellos y aquellas jóvenes que se encuentran en situación de mayor dificultad en cualquiera de las dimensiones de la persona, el desarrollo de complementos formativos o actividades de refuerzo, apoyándose unos a otros, en la búsqueda de soluciones a los problemas individuales, grupales o colectivos.
Aprendizaje constructivo, significativo y funcional
Constituye el punto de partida que da sentido a toda la propuesta educativa, que da pie a la construcción de nuevos aprendizajes y que permite que estos aprendizajes sean significativos y funcionales.
Aprender  significativamente quiere decir poder atribuir significado al material objeto de aprendizaje. Este proceso desemboca en la realización de aprendizajes que son efectivamente integrados en la estructura cognitiva de la persona que aprende, con lo que se asegura su memorización comprensiva y su funcionalidad pudiendo ser usados como medios de realizar nuevos aprendizajes.
Aprendizaje globalizado-interdisciplinar.

En este proceso se manifiestan las diferentes necesidades de aprendizaje de los y las jóvenes en las distintas áreas, siendo necesario crear espacios específicos donde se puedan trabajar dichas necesidades, siempre a través de actividades relacionadas con el proceso de resolución del problema en el que se detectó la necesidad o con otros derivados de aquel, constituyéndose así en un elemento motivador para completar la formación.
El planteamiento globalizador se concretaría en los denominados Proyectos Integrados de Aprendizaje. Estos se definen como una estrategia metodológica cuyo eje central es la resolución de problemas vinculados a la profesión elegida y que suscitan la intervención conjunta de las otras áreas.

El clima educativo, elemento facilitador del crecimiento personal

Entre los diferentes aspectos que posibilitan un buen clima formativo se podrían destacar los siguientes:

· Estructuración de las situaciones educativas para facilitar a los y las jóvenes la comprensión de los objetivos y de los procedimientos e instrumentos a utilizar.
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· Participación conjunta de los educadores y educadoras y los jóvenes en la toma de decisiones de carácter didáctico.

· Apertura de expectativas positivas de los educadores y educadoras respecto a los logros de los y las jóvenes remarcándoles los progresos que experimentan.

· Potenciación del mayor tiempo posible del o la joven en la actividad de aprendizaje.

· Garantía de acompañamiento socioeducativo en el proceso formativo.
El desarrollo del autoconcepto y la autoestima

El desarrollo del auto concepto y la autoestima positiva es una estrategia educativa, que abre expectativas para el proceso de desarrollo personal, social y encamina la toma de decisiones con relación a su incorporación a la vida activa en sentido positivo y estimulante.

El educador o educadora intentará producir en sus educandos efectos positivos. Esto supone una ambientación, un clima en el aula, una actitud de acercamiento al alumno o alumna tratando de percibir sus aspectos positivos, interesándose por su mundo, por sus cambiantes altibajos. Muchas veces esta actitud motivadora se traduce en una serie de palabras, gestos y otras manifestaciones no verbales, que ayudan al alumnado a descubrir y potenciar sus propios recursos, a aceptar las medidas disciplinares debidamente consensuadas
Conclusión

Educar es un compromiso que debe tener un docente corresponde ser una persona capacitada y competente que guie o dirija la formación de otra persona, no solo desde el punto de vista teórico o científico, sino también desde el punto de vista humano, en lo general debe ayudar a los alumnos a crecer como persona, prepararlo para su desarrollo y desempeño dentro de la sociedad, que en medio de todos les demos ejemplo a diario de los valores y su aplicación para ser mejores seres, y que a su vez les ayude a tener un mejor desenvolvimiento, y que se destaquen en su entorno en todo lo que hagan.  El educando debe ser más activo, reflexivo, y apoderado de su aprendizaje.
Un excelente docente es aquel profesor que  prepara a sus alumnos, y le da todas las herramientas y contenido para que sepan aplicarlos ante cualquier situación. Para que sean personas responsables, competentes y que puedan resolver los diferentes problemas que a diario se presentan. Además él debe ser un organizador y creador de un buen ambiente educativo enriquecido. Un buen profesor convierte a sus alumnos en aprendices exitosos, críticos y planificadores activos de su aprendizaje. Pienso que se necesitan personas, dispuestas a enseñar verdaderamente, con la mejor actitud y aptitud.
No hay una vía única para suscitar el aprendizaje, todo dependerá de lo que sea conveniente para cada grupo. Mientras haya más dificultad para que un alumno logre el objetivo, mayor deberá ser la intervención del docente. Pero a su vez, debe existir una transferencia de la responsabilidad del aprendizaje, que en un principio es iniciada por el docente pero que sucesivamente será pasada al estudiante (hasta que haya un dominio pleno). Es por esto que la interacción educativa no solo se propicia del profesor al alumno, sino que el docente y los alumnos gestionan el aprendizaje de una maneja en conjunto.



Referencias






4 comentarios:

  1. En cuanto a la funcion mediadora del docente, La valoración integral de la calidad de un maestro sólo podrá resultar del contacto amplio de un profesional competente con el evaluando, para reunir evidencias sólidas de su desempeño. Esa persona debe ser el director de escuela. Los resultados de una prueba estandarizada pueden ser útiles para la evaluación de maestros, pero por sí solos no son suficientes, por los numerosos factores que inciden en el rendimiento escolar. La aplicación de pruebas a los docentes, si se cuida la validez, aporta elementos valiosos, aunque no capta dimensiones básicas de la práctica docente, que sólo puede apreciarse con acercamientos inviables en gran escala. Por ello la evaluación de docentes implica el uso de técnicas como los portafolios de evidencias, así como la intervención de directores y supervisores.

    En Cambio La Intervención Educativa, Por complejas razones que tienen que ver con la demografía, la herencia colonial, la ancestral desigualdad, entre otras, los sistemas educativos de los países de Iberoamérica suelen presentar rezagos considerables en relación con los de los países altamente industrializados. Los retos que presenta la globalizada sociedad del conocimiento del siglo XXI hacen más preocupantes esos rezagos, y llevan a que se emprendan esfuerzos nuevos y considerables por superarlos, como el que se plasma en las metas que los países planean adoptar en la perspectiva de los bicentenarios.

    Para que las metas no se queden en buenos deseos es necesario, entre otras cosas, contar con un sistema de monitoreo confiable; una buena evaluación, en efecto, puede ser un elemento valioso para sustentar esfuerzos de mejora. Conviene destacar, sin embargo, que no cualquier evaluación es adecuada para tan loable propósito. Hoy es frecuente, de hecho, constatar que la evaluación adopta formas que pueden tener consecuencias negativas graves para la calidad. En particular, la evaluación no debe reducirse a la aplicación de pruebas de rendimiento en gran escala; se necesitan otros acercamientos para evaluar todas las dimensiones de la calidad de un sistema educativo, que hay que comenzar por tener claras. En concreto, esas dimensiones se pueden expresar diciendo que un sistema educativo será de buena calidad si y sólo si:

    Establece un currículo que responda a las necesidades de los alumnos y de la sociedad. (Pertinencia y Relevancia)
    Logra que la más alta proporción posible de destinatarios acceda a la escuela, permanezca en ella hasta el final del trayecto y egrese alcanzando los objetivos estipulados. (Eficacia)
    Consigue que los aprendizajes sean asimilados en forma duradera, de manera que se reflejen en sociedades más prósperas, democráticas y cultas. (Impacto)
    Cuenta, para lo anterior, con recursos humanos y materiales suficientes (Suficiencia), y los aprovecha de la mejor manera, evitando despilfarros y derroches. (Eficiencia).
    Considera la desigual situación de alumnos y escuelas, y ofrece apoyos a quienes lo requieren, para que los objetivos sean alcanzados por el mayor número posible. (Equidad).

    Además, evaluar es más que medir: exige comparar el resultado de la medición con un punto de referencia que establezca lo que debería haber, para llegar a un juicio sobre lo aceptable o no de la situación observada. Por ello una buena evaluación debe caracterizarse por varios rasgos:

    Carácter comprensivo de la conceptualización que la sustente, que deberá atender todas las dimensiones de la calidad.
    Alto nivel técnico de las mediciones en que se base, para garantizar confiabilidad y validez.
    Amplitud, oportunidad y transparencia de la difusión de resultados, que llegue a todos los interesados, en versiones adecuadas a las características de cada uno, para que se use.

    Francisco Valladares

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  3. Hoy más que nunca la profesión de la docencia enfrenta diversos retos y demandas. Esun clamor social que la tarea docente no se debe restringir a una mera transmisión deinformación, y que para ser profesor no es suficiente dominar una materia o disciplina. Elacto de educar implica interacciones muy complejas, las cuales involucran cuestionessimbólicas, afectivas, comunicativas, sociales, de valores, etc. De manera que unprofesional de la docencia debe ser capaz de ayudar propositivamente a otros a aprender,pensar, sentir, actuar y desarrollarse como personas. Por ello, la formación de losprofesores se a ampliado considerablemente, incursionando en diversos ámbitosrelativos a muy diferentes esferas de la actuación docente. El rol del docente y lanaturaleza interpersonal del aprendizaje. !unque es innegable el carácter individual yendógeno del aprendizaje escolar, "ste no solo se compone de representacionespersonales, sino que se sit#a asimismo en el plano de la actividad social y la e$perienciacompartida. Es evidente que el estudiante no construye el conocimiento en solitario, sinogracias a la mediación de los otros y en un momento y conte$to cultural particular. En elámbito de la institución educativa

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  4. Hoy más que nunca la profesión de la docencia enfrenta diversos retos y demandas. Es un clamor social que la tarea docente no se debe restringir a una mera transmisión de información, y que para ser profesor no es suficiente dominar una materia o disciplina. El acto de educar implica interacciones muy complejas, las cuales involucran cuestiones simbólicas, afectivas, comunicativas, sociales, de valores, etc. De manera que un profesional de la docencia debe ser capaz de ayudar propositivamente a otros a aprender, pensar, sentir, actuar y desarrollarse como personas. Por ello, la formación de los profesores se ha ampliado considerablemente, incursionando en diversos ámbitos relativos a muy diferentes esferas de la actuación docente. El rol del docente y la naturaleza interpersonal del aprendizaje. Aunque es innegable el carácter individual y endógeno del aprendizaje escolar, éste no solo se compone de representaciones personales, sino que se sitúa asimismo en el plano de la actividad social y la experiencia compartida. Es evidente que el estudiante no construye el conocimiento en solitario, sino gracias a la mediación de los otros y en un momento y contexto cultural particular. En el ámbito de la institución educativa, esos "otros" son, de manera sobresaliente, el docente y los compañeros de aula. Desde diferentes perspectivas pedagógicas, al docente se le han asignado diversos roles: el de transmisor de conocimientos, el de animador, el de supervisor o guía del proceso de aprendizaje, e incluso el de investigador educativo. Sin embargo la función del maestro no puede reducirse a la de simple transmisor de la información ni a la de facilitador del aprendizaje, en el sentido de concretarse tan sólo a arreglar un ambiente educativo enriquecido, esperando que los alumnos por sí solo manifiesten una actividad autoestructurante o constructiva. El docente se constituye en un organizador y mediador en el encuentro del alumno con el conocimiento. Es difícil llegar a un consenso acerca de cuáles son los conocimientos y habilidades que un "buen profesor" debe poseer, de acuerdo a la opción teórica y pedagógica que se tome, la visión filosófica, los valores y los fines de la educación con los que se asuma el compromiso. Sin embargo pueden ubicarse algunas áreas generales de competencias docentes: ¿Qué han de saber y saber hacer los profesores?

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Evaluando la evaluación educativa